En un año particular, debido a la pandemia, llegó la hora de mostrar con números cómo fue la inflación en España, y que puedas ver la comparación con Argentina para entender las diferencias.

Como sabemos todos, la inflación en Argentina es uno de los fenómenos que más problemas le genera al país a nivel macroeconómico y, en mi caso particular, el motivo número 1 por el cual decidí emigrar (hasta por encima de la inseguridad, que en mi caso no era tan problemática debido a que vivía en la CABA, en un barrio como Núñez, relativamente «seguro» dentro de lo que puede llamarse seguro en Argentina).

Sin más preámbulos, paso a mostrarte los números de la inflación en España y su comparación con Argentina

Como podés ver, en España no solo no hay inflación, sino que en momentos de crisis hay deflación (inflación negativa durante más de 2 trimestres consecutivos), como se puede notar en la primera fila del gráfico, donde está la inflación general del año 2020 (-0.5%).

Ahora bien, ¿por qué bajaron los precios? ¿es algo positivo tener deflación?

España, al igual que otros tantos países del mundo, está entrando en una recesión (baja del PBI, disminución de consumo e inversión, y mayor desempleo) la cual se traduce rápidamente en un impacto en precios.

El ABC de la economía indica que ante una baja en el consumo (reducción de la demanda) y sin una baja de la oferta, los precios tienden a bajar para poder encontrar nuevamente la demanda necesaria.

Y vos me dirás «Buenísimo, bajan los precios, ¿qué más se puede pedir?». Lamentablemente, no es el mejor escenario posible, aunque nos cueste creerlo a nosotros los argentinos que venimos de un historial de inflación altísima, y soñamos con ver algún día los precios más bajos.

Si bien la inflación, a los niveles que maneja Argentina, es algo super negativo para la economía, la inflación nula o la deflación también lo son. Que haya deflación (repito, 2 trimestres o más consecutivos con precios a la baja) indica que las empresas están teniendo que reducir sus precios, y por ende sus márgenes e ingresos, para poder subsistir. Esto lleva a las compañías a tener que realizar ciertos ajustes internos, entre los cuales está lógicamente la reducción de personal. El reducir personal hace que esas familias tengan que ajustar su economía (reducir su consumo, y por ende su demanda) lo cual nos lleva a un círculo vicioso que podría tornarse complejo de resolver.

Afortunadamente, si bien el escenario en situaciones normales sería muy problemático, en esta oportunidad no lo es tanto ya que gran parte de esta baja de demanda se explica con el coronavirus, el cual limitó la movilidad en el mundo, y por ende impactó fuertemente en algunos sectores como la hostelería y el transporte (teniendo un impacto enorme en el precio del petroleo). Habrá que esperar hasta que la economía se pueda reactivar en su totalidad para saber si este escenario se revierte con la reactivación de todos los sectores, o si debido al desempleo los números siguen ajustados. En España están esperanzados con que 2021 termine con una inflación de 2% para corregir la deflación de 2020, aunque el BCE (banco central europeo) ya está estimando valores por debajo del 1% para los próximos 2 años.

¿Y cuál es el objetivo inflacionario español/europeo?

En Europa se considera que el valor ideal inflacionario anual en situaciones normales tiene que ser de 2%, para mantener el crecimiento de la región. Aunque, para el caso de España, no es malo tener números un poco menores, ya que eso la vuelve más competitiva a nivel precios en la Zona Euro.

Por último, veamos la inflación en España en años anteriores…

Para dar un poco de contexto histórico, y no quedarnos atados solo al 2020, que tuvo mucho cambio no esperado por el coronavirus, voy a dejarte algunos gráficos para que puedas ver como fueron los valores inflacionarios en años anteriores.

Acá se puede notar que no es normal para España en los últimos años tener una disminución de precios, así como tampoco tener un aumento desproporcionado. Si te fijás, el sector que más alteraciones tuvo en España fue el de vivienda, que es justamente uno de los más problemáticos del país, ya que la demanda de inmuebles es altísima, y hace que los precios estén en valores superiores a los razonables.

Y si hacemos foco en el IPC general, y nos extendemos un poco más en la historia, podemos ver que la última vez que España tuvo una inflación de 2 dígitos fue en la época de los 80, donde todavía estaba como moneda la Peseta (1868-1998).

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